domingo, 20 de octubre de 2013

Biografia Jenaro Perez

Jenaro Pérez Gutiérrez.

Dice que sus 70 años los ha vivido entre vacas. Nació en Entrerríos, un poblado incrustado en las montañas del norte de Antioquia. En esa región, su padre tenía dos fincas con unas 40 reses. Antes de irse a la escuela, Jenaro ayudaba a ordeñar una vaca que su mamá mantenía a pocas cuadras de la casa para la leche diaria. A la muerte de su papá recibió de herencia una finca. Luego les compró las reses a su mamá y a un hermano. Hoy, Pérez Gutiérrez tiene 750 cabezas de ganado en dos fincas de Santa Rosa de Osos y Belmira. Allá experimenta con nuevas razas. Así sacó un animal negro y grande, para vender por kilos, al que bautizó F-1. 

Es Médico veterinario y zootecnista, Jenaro Pérez se ha desempeñado como secretario de Agricultura de Antioquia, director del Centro de Diagnóstico Veterinario del Instituto Zooprofiláctico Colombiano, catedrático de la Universidad de Antioquia y concejal de Medellín. La consigna que lo ha identificado es "hago todo lo que deba, aunque deba todo lo que haga".

A su llegada en 1973 a la cooperativa, que ya había sufrido tres quiebras y afrontaba una grave crisis y un panorama incierto, Pérez propuso al Consejo de Administración el montaje de una planta de concentrados, pero los asociados deseaban una pasterizadora de leche, sueño que se alcanzó el 25 de julio de 1976, cuando se vendieron los primeros 3.000 litros de leche pasterizada.

Otras de las propuestas iniciales del gerente, fueron cambiar el nombre de Coolechera,, como se llamaba la entidad, por Cooperativa Lechera de Antioquia (Colanta), y se definió que el objeto de la institución era la compra, pasteurización y venta de la leche captada a asociados y productores.

Pérez Gutiérrez no solo habla de vacas sino que compra compulsivamente figuras de esos animales. Las tiene de porcelana, plástico, yeso, peluche... Y en todas las posiciones imaginables... sentadas, riendo, pastando, pariendo. Además, las lleva dibujadas en más de 30 corbatas. Es tan incisivo con el tema que algunos de sus amigos dicen que por las venas de este empresario no corre sangre, sino leche. Esa posibilidad no es lejana pues se toma casi dos litros diarios. Las vacas dominan los muros y la biblioteca. De las paredes cuelgan ocho cuadros de ganadería pintados al óleo. En los entrepaños de madera, detrás del escritorio, en lugar de libros, hay figuras de vacas. Las personas que lo conocen aseguran que al gerente de Colanta es mejor no invitarlo a una boda porque termina hablando de vacas hasta con la novia.

En 2013 COLANTA firmó un patrocinio para ubicar su logo en el equipo paisa Deportivo Independiente Medellín.